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Los recomiendo a todos pero este premiado cuvée Chardonnay y Pinot Noir es mi preferido. Se destaca en todo lo que un buen espumante debe tener: frescura, complejidad, cuerpo y elegancia. Bien seco, como me gustan a mí, de notas tropicales y flores blancas, pasa 24 meses sobre sus borras que le dan la cremosidad perfecta y ese delicado burbujear que nos encanta. 

BIen seco, como elijo mis espumantes, este mix de Pinot Noir y Chardonnay de Gualtallary espera 24 meses en botella antes de salir a la vida. Tiene una personalidad elegante y fresca, con notas de manzana verde y algo de cremosidad que seduce. Sus burbujas bien delicadas del método tradicional nos atrapan por completo.

Aquí se junta un destacado Chardo de sus viñas de Valle de Uco (que si probaron su hermoso Núcleo blanco sabrán de lo que estoy hablando), con la experiencia de Antonio, un referente, un sabio y un mago en este mundo del wine. Burbujas mucho más delicadas de los que suelen resultar ccon este método, aromas tropicales y una boca untuosa con notas de pan brioche y frescura bien equilibrada. Un ejemplo de lo fantástico que puede ser un buen charmat.

Con su mix de uvas españolas Parellada, Macabeo y Xarel·lo, este espumante del Penedés se elabora con el método CHAMPENOISE y tiene un promedio de 12 meses de crianza. Con aromas de manzana verde y alguna fruta tropical en la boca se disfrutan sus burbujas delicadas y su complejidad fresca de equilibrado final. 

Una misma belleza simple y tradicional por fuera y por dentro, su estrella dorada ya te adelanta las finas burbujas de su interior. Este espumante de método CHAMPENOISE tiene perfume de flores blancas, frutas tropicales y un dejo de frutos secos tostados que me encanta. En la boca te atrapa con notas ahumadas y elegante fuerza tropical. Una verdadera star!